2021-01-21

Un Relato Fantástico


LA GUERRA DE 

LOS CIEN BRAZOS



En tiempos antiguos, los hecatónquiros eran seres con 100 brazos y

50 cabezas. Al inicio de la historia, estos fueron encerrados en el

Tártaro por toda la eternidad. Tiempo después, los mortales comenzaron

a expandirse por el mundo, haciéndose la vida más fácil para ellos.

Un pacífico y normal día, hubo una discusión entre dioses que los

mortales ignoraban, pensando que todo iba a concluir bien, pero muy

equivocados estaban… Ese día, bruscamente, un terremoto sacudió la

Tierra, abriéndola y deformándola. El terremoto fue tan enorme, que

logró llegar a las profundidades del planeta, abriendo así el Tártaro.

Los monstruos, tan inteligentes ellos, decidieron escapar de su prisión

interminablemente grande y sembrar el caos. Y eso fue lo que hicieron.

Destruyeron colosales ciudades, enfrentaron y mataron a grandes héroes

y semidioses y, como no, casi extinguen la raza humana. Y así fue como

empezó la guerra entre dioses y monstruos. Duró casi un año, pero no

mucho más porque ya invadían el Olimpo y tan solo quedaban unos pocos

mortales. Estos, invadidos por el terror y la furia, idearon un plan: era imposible bajar al Tártaro, pues estaba bien bajo tierra, pero el Hades

era más accesible. Podrían encerrar a los gigantescos seres ahí abajo, y

hundirlos en el río Aqueronte, el río de las penas del inframundo, y

terminar con ellos de una vez. Crearon armaduras, armas, idearon aún

más estratagemas ...

De pronto, llegó el gran día. Todos los 100 mortales estaban ansiosos

por el momento, y se pusieron en marcha. Se escondieron, corrieron y

viajaron hasta llegar a la entrada del infierno, pero estaba defendida por

uno de los gigantes Hecatónquiros, y este, con cada uno de sus 100 brazos

agarró a cada uno de los mortales, y por sus 50 cabezas los devoró de

dos en dos, ganándose así la posesión del mundo, sin dioses, sin héroes,

sin mortales… y fueron felices y comieron perdices.


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